domingo, 30 de octubre de 2016

Venezuela

Venezuela fue una obra creada para ilustrar el libro:  Viaje en busca de la esencia del venezolano, escrito por Carolina Mata y publicado por Ediciones Canuapci a finales de 2015. En esa oportunidad, escribí y así aparece en el mencionado libro, lo que para mí significó esta obra y hoy me permito compartirlo con todos ustedes:


Venezuela, es una idea a cuatro manos. Aunque tuve plena libertad al pintar, Carolina, la autora del presente libro, me planteó tres requerimientos: un árbol de Gulima, el fondo azul y que cada capítulo tuviese una imagen que lo representase. Con esa hoja de ruta, el azul cobalto cubrió el lienzo; sobre él delineé el contorno del árbol, caprichosamente libre. A continuación, inicié mi ritual de introspección, sosiego y relajación, todo al mismo tiempo; el cual consiste en: colocar el lienzo junto a una ventana con una luz natural fantástica y sentarme, cada mañana y cada tarde, frente a la tela para que ella me hable, me diga qué quiere ser, cuál es su vocación o me descubra su alma.  Finalmente lo tuve claro… estaba allí... ví sus hombros, su cuello, su pelo enmarañado, era ella, mi amiga infatigable de la infancia, esa que me invitaba insistentemente a comer plátano con arroz: María Moñitos. Inmediatamente, supe que tendría mucho color y adornos hasta la exageración. Sería radiante y  en algún momento, me mostraría un sentimiento muy íntimo. Primero coloqué el corazón, pero esta vez lo acompañe con una rosa. Al culminarlo, Carolina me hizo llegar una lista larga de todos elementos que identificarían cada capítulo. Casualidad o no, el corazón se asociaba al primero. En ese momento supe que había iniciado mi obra. El cuadro se fue llenando de flores, en su cabeza, en su cuello; entre los tirabuzones de su cabellera se posaron las aves. Poco a poco fue madurando. En un momento dado, casi sin darme cuenta incorporé elementos que formaban parte de mis vivencias que se entremezclaban con mi tarea. Una tarde, casi noche, cuando me encontraba sumergida en mi ritual diario de reflexión, me di cuenta que la niña se había ido, que las gotas de lluvia que con tanto entusiasmo había pintado, producto de una tarde de juegos, se habían convertido en lágrimas. Era una hermosa mujer que pese al colorido excesivo, emanaba y expresaba su tristeza a ratos, tal como lo había imaginado al principio, allí estaba…Venezuela.
Fecha de elaboración: junio-octubre 2015
Técnica: pintura acrílica sobre canvas
Dimensiones de la obra: 35 cm x 25 cm
Lugar: Caracas, Venezuela.

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